Ejemplos de alimentos contaminados
¿Qué es la contaminación física de los alimentos? La contaminación física de los alimentos se produce cuando un contaminante físico entra en ellos. Los objetos extraños que entran en los alimentos y los contaminan son contaminantes físicos. Este tipo de contaminación puede tener lugar en cualquier parte de la preparación o el servicio de los alimentos. La contaminación física puede producirse en un restaurante, una fábrica de producción de alimentos o una panadería, entre otros lugares relacionados con los alimentos. La entrada de contaminantes físicos en los alimentos suele ser accidental, pero en ocasiones puede ser intencionada. Los contaminantes físicos pueden suponer varios riesgos para los consumidores de los alimentos. Los objetos extraños pueden suponer un peligro de asfixia e inducir daños en los dientes o en las estructuras bucales. Los contaminantes físicos pueden provocar la rotura de dientes o cortes en la boca. Además, estos objetos pueden causar laceraciones en la garganta y los intestinos. Los contaminantes físicos pueden instituir componentes biológicos o químicos nocivos en los alimentos. Entre ellos se encuentran las bacterias que pueden inducir a la enfermedad. El descubrimiento de un contaminante físico en los alimentos también puede causar angustia y ansiedad por parte del consumidor de alimentos.
¿Cuál es la fuente más común de contaminación física de los alimentos?
Los objetos más comunes que contaminan los alimentos son el vidrio, el pelo, el metal, las joyas, la suciedad y las uñas. La contaminación física de los alimentos también puede provenir del entorno, incluido el edificio y el equipo que se utiliza, como el yeso, las escamas de pintura y las fijaciones de los tornillos.
¿Cuál es un ejemplo de contaminante físico Servsafe?
Físico: Los ejemplos incluyen objetos extraños como suciedad, vidrios rotos, grapas metálicas y huesos.
¿Cuáles son los 3 tipos de contaminación alimentaria?
Existen tres tipos diferentes de contaminación alimentaria: química, física y biológica. Todos los alimentos corren el riesgo de contaminarse, lo que aumenta la posibilidad de que los alimentos enfermen.
Contaminación cruzada
La seguridad alimentaria es de suma importancia para los procesadores y las empresas alimentarias, no sólo por el riesgo que supone para la salud humana, sino en términos de reputación empresarial y beneficios. Por ello, la prevención de cualquier tipo de contaminación es una parte esencial de la garantía de calidad en la elaboración de alimentos. Hoy vamos a investigar algunos ejemplos diferentes de contaminación física de los alimentos y cómo prevenirlos en su línea de procesamiento.
Tradicionalmente, existen tres tipos principales de contaminación alimentaria: física, química y biológica. Sin embargo, hoy en día es cada vez más común referirse a cuatro tipos: química, microbiana (biológica), física y alergénica.
En Australia y Nueva Zelanda, la alergia a los alimentos se da en alrededor del 10% de los bebés, entre el 4 y el 8% de los niños y en torno al 2% de los adultos. Los procesadores de alimentos actuales deben prestar mucha atención a los contaminantes alergénicos, como los frutos secos y el gluten, que pueden provocar una reacción alérgica y/o una enfermedad grave a algunas personas.
Esta lista no es exhaustiva. Hay muchos tipos de contaminantes físicos y un sinfín de formas de que entren en los alimentos. Esto hace que su eliminación sea muy difícil. Así pues, veamos las mejores formas de prevenir la contaminación física de los alimentos.
Fuentes de contaminación física
Los alimentos recorren un largo camino para llegar de la granja al tenedor del consumidor. Si la proteína llega a su plato en perfectas condiciones, es gracias a una serie de medidas de seguridad como la tecnología de detección de contaminantes alimentarios. Pero los peligros para la salud suelen ser poco visibles. Entonces, ¿qué pueden hacer los procesadores de alimentos para detectar estos riesgos ocultos?
Sabemos que los peligros de contaminación de los alimentos adoptan muchas formas, desde fragmentos de hueso hasta elementos biológicos o contaminantes químicos. La contaminación cruzada es también un riesgo en toda la cadena de valor de la producción alimentaria.
Muchos de los contaminantes físicos que suponen un riesgo para la salud de los consumidores (y la reputación de una empresa) son demasiado pequeños para verlos sin equipos especializados. Sin embargo, los productores de alimentos no pueden ignorar estos riesgos. Entonces, ¿cuál es la solución para conseguir alimentos seguros, sostenibles y libres de contaminantes?
La contaminación física, también conocida como contaminación por cuerpo extraño, se produce cuando un objeto extraño entra en el alimento durante el proceso de elaboración o producción. Puede causar graves molestias, incomodidad e incluso daños, que van desde la rotura de dientes y el atragantamiento hasta cortes y abrasiones.
Contaminación biológica
Los estadounidenses gastan unos 500.000 millones de dólares al año en alimentos[1] Cuando consumimos alimentos o bebidas, esperamos disfrutar de ellos y no esperamos enfermar o lesionarnos. La ingestión de un trozo de un material duro o afilado, como el vidrio o el metal, podría causar a un consumidor desprevenido lesiones graves, requerir cirugía o tener consecuencias mortales. Por lo tanto, la contaminación de los alimentos siempre ha sido una de las principales preocupaciones del gobierno estadounidense, de la industria alimentaria y de los consumidores.
La mayoría de los contaminantes físicos de los alimentos, como trozos de plástico duro o de madera, pueden causar lesiones inmediatas a los consumidores; esto incluye todo tipo de alimentos, incluidas las bebidas, el agua embotellada y los productos nutricionales y funcionales. Cualquier material físico presente en los alimentos que no pertenezca al producto puede clasificarse como contaminante físico.
Los contaminantes físicos también se denominan peligros físicos o materias extrañas. Los dientes de musaraña en un producto vegetal o un trozo de alambre en un producto cárnico son ejemplos. Los trozos de vidrio, los fragmentos de metal, las astillas de hueso y los huesos pueden causar daños graves cuando se ingieren. Algunos ejemplos comunes de daños corporales son las laceraciones de los labios, el interior de la boca, los dientes, las encías, la lengua, la garganta, el esófago, el estómago y el intestino, e incluso la asfixia. Los niños y las personas mayores corren un mayor riesgo y tienen la mayor incidencia de estos daños.