Dieta blanda
La adopción generalizada de estos nuevos enfoques agrícolas ha contribuido a promover la seguridad alimentaria. Pero dada la creciente demanda de alimentos de calidad, los productos sin residuos pueden ser un enfoque más viable cuando se trata de la agricultura a gran escala. Escribe Thirukumaran Nagarajan, director general y cofundador de Ninjacart…
Los temas más candentes en materia de seguridad alimentaria son los alimentos ecológicos y los que no contienen residuos. Pero, para mayor confusión, ambos se utilizan indistintamente. Ahora que comer sano y mantenerse en forma se ha convertido en el nuevo mantra, es importante entender qué significan estos dos métodos de cultivo y en qué se diferencian. La agricultura ecológica puede definirse como un sistema agrícola que incluye el uso de controles de plagas y fertilizantes biológicos, obtenidos a partir de residuos animales y vegetales, junto con la plantación de cultivos de cobertura que fijan el nitrógeno. Por otro lado, la agricultura sin residuos es un proceso que implica la protección y la mejora del crecimiento de las plántulas y las plantas mediante la aplicación de biofertilizantes y biocidas de origen orgánico. Cuando se definen teóricamente, estos dos conceptos parecen ser algo similares; sin embargo, la agricultura sin residuos adopta un alcance mucho más amplio. Se trata de un procedimiento holístico que implica el empleo de numerosas técnicas agrícolas modernas, como los invernaderos, los injertos, la gestión de los biofertilizantes y la recogida de agua de lluvia, entre otras.
Dieta líquida clara
Los ingredientes de avena sin gluten del Protocolo de Pureza de Avena Foods están certificados como libres de residuos de glifosato por The Detox Project. Los productos o ingredientes que llevan la etiqueta Glyphosate Residue Free contienen menos de 10 partes por billón del herbicida.
La organización Detox Project trabaja para crear transparencia en la industria alimentaria. La certificación y la etiqueta atestiguan que un producto ha sido sometido a un análisis de los niveles de glifosato por parte de laboratorios terceros con certificación ISO al menos tres veces al año. Para obtener la certificación de Libre de Residuos de Glifosato, los productos no deben tener residuos de glifosato hasta los límites de detección reconocidos por el gobierno para muestras de alimentos, productos básicos y suplementos.
Avena apoya los esfuerzos de nuestros clientes por limitar la presencia de sustancias químicas en los alimentos. Como parte de nuestro compromiso de proporcionar ingredientes seguros y de alta calidad, hemos implementado y revisado continuamente prácticas que cumplen o superan los más altos estándares regulatorios y de la industria. Esto incluye el uso de glifosato en el cultivo de la avena.
Champú sin residuos
La certificación «Libre de Residuos de Plaguicidas» demuestra que las frutas frescas o procesadas, las verduras, los cereales, los zumos, la fibra y los arranques de plantas cumplen con la estricta norma de residuos de plaguicidas. Este logro supera con creces los requisitos gubernamentales, satisface a los minoristas y otros clientes, y proporciona la seguridad que muchos consumidores buscan para ellos y sus familias.La certificación es desarrollada y gestionada por SCS Global Services, que trabaja con agricultores de todo el mundo que utilizan métodos convencionales, de gestión integrada de plagas y ecológicos, así como con minoristas de alimentos.
Dieta baja en residuos معنى
El glifosato (Gly-pho-sate) es un producto químico en el herbicida de la firma Monsanto, Roundup. Sí, un herbicida. Se utiliza en parques, patios, jardines, tierras de cultivo… en todas partes. Y además de usarse como herbicida, el glifosato también se rocía directamente en algunos cultivos como desecante, lo que los seca más rápido para una rápida cosecha. Esto es muy bueno en términos de eficiencia en la producción de alimentos, pero también significa que hay una buena probabilidad de que los residuos de glifosato estén en los alimentos que usted y su familia comen todos los días.
El glifosato no es selectivo, está diseñado para matar. Esto significa que no sólo ataca a las malas hierbas, sino que también acaba con los microbios sanos de nuestro suelo, que son esenciales para la presencia de nutrientes en nuestros alimentos. Por si fuera poco, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer de la OMS ha clasificado el glifosato como «probablemente cancerígeno en humanos» y su uso puede estar relacionado con el linfoma.¹ Nada bueno.
La buena noticia es: Un número creciente de países está restringiendo o planeando una prohibición total de este peligroso producto químico. ¿Pero las noticias no tan buenas? Aquí, en Estados Unidos, el uso del glifosato se ha disparado en la última década, hasta el punto de que ahora es el herbicida número uno. Esto es inaceptable. Entonces, ¿qué podemos hacer?