Directrices de alimentación de Peg nhs
Los pacientes con un grado de desnutrición que puede afectar a la inmunidad, la cicatrización de heridas, la fuerza muscular y el impulso psicológico son habituales en la población hospitalaria del Reino Unido.1 Estas personas no soportan bien las intervenciones médicas y quirúrgicas modernas y, por término medio, permanecen en el hospital unos cinco días más que las personas con una alimentación normal, lo que supone un aumento de los costes de aproximadamente un 50%.2,3 Por lo tanto, los hospitales deberían intentar proporcionar al menos una nutrición adecuada a todos los pacientes. En la mayoría de los casos, los servicios de restauración pueden conseguirlo si ofrecen una buena comida y se tiene cuidado de evitar que se pierdan comidas y de proporcionar ayuda física para comer, si es necesario. Sin embargo, aunque se cumplan estos ideales, muchos pacientes del hospital no comen o no pueden comer adecuadamente. Algunos de ellos se beneficiarán de los suplementos orales, pero otros necesitarán un apoyo nutricional activo. Esto puede proporcionarse normalmente mediante la alimentación enteral por sonda (ETF).
Este documento contiene directrices que cubren las indicaciones, los beneficios, la administración y los problemas de la ETF en la práctica hospitalaria de adultos. Las directrices fueron encargadas por la Sociedad Británica de Gastroenterología (BSG) como parte de una iniciativa en varias áreas de la práctica clínica. No son protocolos rígidos y deben utilizarse junto con el juicio clínico, teniendo en cuenta la prestación de servicios locales.
Fórmula de alimentación por sonda
PEG significa gastrostomía endoscópica percutánea, un procedimiento en el que se coloca una sonda de alimentación flexible a través de la pared abdominal hasta el estómago. La PEG permite introducir la nutrición, los líquidos y/o los medicamentos directamente en el estómago, sin pasar por la boca y el esófago. Este folleto le dará una idea básica del procedimiento: cómo se realiza, cómo puede ayudar y qué efectos secundarios puede experimentar.
Su médico utilizará un tubo flexible iluminado llamado endoscopio para guiar la creación de una pequeña abertura a través de la piel de la parte superior del abdomen y directamente hasta el estómago. Este procedimiento permite al médico colocar y asegurar una sonda de alimentación en el estómago. Los pacientes suelen recibir un sedante intravenoso y anestesia local, y se les administra un antibiótico por vena antes del procedimiento. Los pacientes suelen poder irse a casa el mismo día de la intervención o al día siguiente.
Después de la intervención, se coloca un apósito en la zona de la PEG. Este apósito suele retirarse al cabo de uno o dos días. A partir de ese momento, se debe limpiar el lugar una vez al día con agua y jabón diluidos y mantener el lugar seco entre las limpiezas. No se necesita ningún apósito o cobertura especial.
Programa de alimentación continua por sonda
Si no puede ingerir cantidades suficientes de alimentos para satisfacer las necesidades nutricionales, se puede administrar la alimentación a través de una sonda en el estómago o el intestino delgado para proporcionar los nutrientes adecuados. Existen en el mercado diversas fórmulas de alimentación por sonda diseñadas para satisfacer el 100% de sus necesidades nutricionales. La alimentación puede administrarse de forma continua durante varias horas, durante todo el día a un ritmo específico y mediante una bomba especial o varias veces al día en cantidades medidas. Una nutrición adecuada depende del tipo y la cantidad correctos de fórmula. El profesional sanitario le prescribirá el horario de alimentación, la fórmula y la cantidad de agua necesaria para una nutrición e hidratación óptimas.
Después de una lesión cerebral o medular, la tasa metabólica puede aumentar y las necesidades de energía y proteínas pueden ser elevadas para proporcionar nutrientes para la curación. La atrofia muscular también es común debido a la disminución de la movilidad durante este tiempo. Las necesidades de calorías y proteínas tienden a disminuir unos meses después de la lesión, por lo que puede ser necesario ajustar la alimentación por sonda para evitar un aumento de peso no deseado. Es importante que controle su peso corporal y conozca sus objetivos de peso. Si tiene cambios de peso significativos (aumento o pérdida de más de 2 libras en una semana) o si un patólogo del habla y el lenguaje le autoriza a comer, póngase en contacto con su médico, con la empresa de salud a domicilio o con un dietista registrado para que le ajusten la alimentación por sonda.
Directrices para la alimentación por sonda nasogástrica en adultos
Los pacientes traumatizados que requieran la colocación de una sonda de gastrostomía endoscópica percutánea (GEP) para su alimentación y que den su consentimiento para participar en el estudio serán asignados al azar para recibir la alimentación a las 6 horas de la colocación de la GEP, como se hace habitualmente, o a las 0 horas de la colocación de la GEP.
Los pacientes críticos comparten una respuesta hipermetabólica común a las lesiones, el deterioro de la masa corporal magra y una alta tasa de complicaciones sépticas. La vía de administración de la nutrición influye en la respuesta a la lesión. Un intestino bien alimentado absorbe los nutrientes a la vez que mantiene una barrera eficaz contra los patógenos, a lo que se añade un peristaltismo adecuado, la producción de mucina y la secreción de inmunoglobulina A. En los pacientes de cuidados críticos, se ha demostrado que la alimentación con terapia nutricional enteral (EN) restablece la arquitectura y la microflora intestinal normales, mejora la respuesta del sistema inmunitario y ayuda a la mucosa a resistir las agresiones al sistema. Los estudios han demostrado que las personas que reciben alimentación enteral tienen menores tasas de morbilidad y mortalidad, así como menos infecciones y menos sepsis asociada a la vía, en comparación con la alimentación por terapia nutricional parenteral (TN).